lunes, 4 de febrero de 2008

Cromatos de Mexico



Tultitlan, Estado de Mexico. Ahi paso algo similar a el caso ya antes mencionado en Hinkley,CA.
Se ubica en el centro de la Republica, a un lado del D.F.
Consta de una poblacion de 472 867, mucho mayor a la de Hinkley.

Los Cromatos de Mexico

Bayer tenía una planta de cromato en México, que en 1976 llamó la atención de Amnistía Internacional y de El Excelsior, importante periódico de la ciudad de México. El 46% de los trabajadores de la planta informó que se le había perforado el septo nasal, signo clásico de mucho contacto con cromatos. Había grandes cantidades de metales de cromo y detritos alrededor de la planta. Durante 15 años o más los desechos habían sido vertidos y utilizados para rellenar baches en las calles de la zona industrial llamada Lechería.

Alfred Badillo Sosa explicó al periodista de una revista semanal mexicana cómo quedó lisiado luego de sólo cinco días de trabajo paleando residuos en cromatos de México. Sus pies estaban tan destruidos por los detritos de cromo corrosivo que se tenía que trasladar de rodillas. Es dudoso que este hombre o cualquier otro trabajador discapacitado o las familias de trabajadores muertos reciban indemnización alguna.

La contaminación del aire y del agua subterránea causaron profundas y dolorosas heridas a 50 niños del lugar. El agua de lluvia se hizo amarilla por los cromatos en toda la zona, a tal punto que un visitante de Estados Unidos la describió como el "Infierno" de Dante. La planta fue clausurada en reiteradas oportunidades por las autoridades mexicanas por sus riesgos para la salud y se cerró definitivamente en 1979.

Pero Bayer todavía es propietaria de Chrome Chemicals de Sudáfrica, la cual ha sido de propiedad de la compañía desde por lo menos 1968.

Un informe del gobierno de Sudáfrica de 1976 afirmaba que el 46% de los empleados de la planta de cromato de Durban de la compañía tenían perforado el septo nasal: "Estas conclusiones son sumamente preocupantes y parecen indicar falta de interés por el bienestar físico de los trabajadores". La preocupación de los sindicatos por el tema permitió determinar en 1990 que diversos trabajadores padecían cáncer de pulmón, pero ninguno de ellos había sido informado por el médico de la empresa de que su trabajo podía ser el origen de la enfermedad. La gerencia rechazó las solicitudes de la organización sindical de inspeccionar los archivos de higiene industrial de la planta. En 1991, en medio de una creciente publicidad, Chrome Chemicals cesó la mayoría de sus actividades y despidió a la mayoría (216) de los trabajadores. Desafortunadamente, el cáncer de pulmón no fue agregado a la lista de enfermedades laborales indemnizables en Sudáfrica hasta 1994 y los casos ocurridos antes de ese año no son indemnizables.

La Bayer es bien consciente de las dificultades de sus ex trabajadores, la mayoría de los cuales son negros. El médico Mark Colvin se enfrentó a los directores en una asamblea de accionistas de Bayer e informó a su audiencia sobre sus pacientes de Chrome Chemicals discapacitados, desempleados y muertos. Colvin afirmó que su departamento de salud de la universidad se unía al sindicato en solicitar a la Bayer que estableciera un fondo fiduciario para localizar a ex trabajadores y sus familias y proporcionarles una indemnización adecuada. La Bayer se ha rehusado hasta ahora a brindar indemnizaciones a la creciente cantidad de ex empleados de su filial sudafricana que padecen cáncer de pulmón. La compañía, sin embargo, sí se acercó al rector de la Universidad de Natal, donde trabaja el doctor Colvin, para que disciplinara al médico y que éste no obtuviera la autorización de la administración de la Universidad para viajar a la asamblea de accionistas.

Bayer, colaboradora financiera de muchas organizaciones sociales en los lugares donde desarrolla su actividad, había donado fondos a la Universidad de Natal, y evidentemente consideraba la visita de Colvin a Alemania como una especie de violación contractual.

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